martes, 17 de abril de 2012

CENTRÁNDOME

Bueno, pues ya llevo jubilada siete meses.. y estoy centrándome en esta realidad en mi vida.
Reconozco que pasé un verano regular, por decirlo suave, pensando , sin darme cuenta, que estaba asustada por el cambio que venía; empecé a preocuparme por un montón de cosas y a darle vueltas al coco, que es uno de mis vicios.
Yo no era consciente, pero a hora entiendo, que después de 40 años a un ritmo de vida determinado; el cambio era mayúsculo, y me encontré un poco como diciendo: Y ¿Ahora qué?.
Por eso en cuanto llegué a Tenerife, me apunté corriendo a gimnasia, a taichi, y estaba como siempre de aquí para allá, corriendo, sin pensar demasiado, porque ahora voy a gimnasia, pero en la tarde a taichi, y mañana a taichi, y pasado a gimnasia y por la tarde a chi-kung, y luego voy caminando a Santa Cruz, esto aderezado con llamadas a los amigos para quedar, etc, etc... Me empezó a doler una rodilla , pero no le di importancia, porque yo puedo y como puedo, pues no hay dolor.Pero aquello fue a más, y ya cojeaba un poco así que fui a una traumatóloga, y como es lógico me dijo: nada de ejercicio. ¿QUÉ? ¿Y ahora qué ?
A mi la vida siempre me avisa, pero yo sigo hasta que caigo con todo el equipo. Así que dejé de hacer ejercicio, y empiezo con plantar en mi balcón, y un poco fastidiada, pues yo me creo muy capaz y no soy consciente de mis limitaciones; así que otro poquito de vueltas al coco, a ver si no voy a poder ni hacer taichi, a ver qué voy a hacer ahora, tengo que ocupar mi tiempo...bla, bla, bla...
Pues no pasa nada, la vida me enseña que tenga paciencia , que no sea tan ansiosa; yo me exijo mucho a mi misma y me cuesta aceptar las cosas que no me gustan, así que de nuevo aprendí que hay que aceptar la vida como viene y TODO ESTÁ BIEN, no pasa nada.
Si no hago gimnasia no pasa nada. El tiempo es algo maravilloso que tengo para mi, ( no me gusta nada esa gente que dice: pues aquí, pasando los días).
Esta semana ya he retomado mis clases de taichi con mi maestro de siempre, mi querido Emilio, y eso es lo que voy a hacer, y ser taoísta de verdad y dejar que la vida fluya, sin apurarme, disfrutando de lo que veo a mi alrededor, disfrutando de los amigos , de la familia ( aunque esté lejos, la mitad de ella y la otra mitad aquí), aprovechando a mi madre el tiempo que le queda y a mi tía, y amando todo lo que me rodea.
Así que jubilados y jubiladas, no volverse locos apuntándose a todo, hemos de ir poco a poco que es un cambio muy grande y hemos de adaptarnos a la nueva situación.
Vivir cada momento con ilusión y dando gracias por todo lo que tenemos.

miércoles, 4 de abril de 2012

Un huerto en mi balcón.

Hace tiempo que me ronda la cabeza la idea de plantar algo y verlo crecer y cuidarlo . No tengo ninguna planta en mi casa y ha llegado la hora , en que gracias a la jubilación, me estoy reencontrando con mi verdadero yo.
Siempre pensé que eso de plantar era una lata y se lo dejaba a otros, pero ha surgido en mi esa necesidad.
Los motivos varios, citaré algunos:
Necesito cuidar algo , verlo crecer, lo necesito.
Comer unos buenos tomates, con sabor, ecológicos.
Abastecerme de algunos alimentos más limpios y libres de pesticidas.
Tocar con mis manos la tierra y sentir su contacto.
Así es que he estado investigando, preguntando, y todo aparece cuando una está preparada. Vi un día en Santa Cruz, algo de "huertos urbanos" y me llamó la atención.
Lo comenté con mi hermana y me dice, pues detrás de casa hay una tiendita en la que te puedes informar.
Bien, y o le daba vueltas y pensaba: tendré que subir macetas y tierra, no voy a poder (vivo en un 3º sin ascensor), y tal y cual... Reconozo que soy una maestra en darle vueltas al coco, y ponerme problemas y darle vueltas otra vez. Pero en el fondo de mi , era un deseo ardiente.
Voy a Galicia y se lo comentó a mis hijos y ellos amablemente me compran un librito : "tu huerto en casa" y ya lo empecé a hojear, y vengo para Tenerife, y más disculpas, ahora me duele la rodilla, voy a esperar ,a ver...
En fin, que hablo con una amiga hoy y me dice otra vez lo de la tienda en Santa Cruz; voy al traumatólogo a que me vea la rodilla y al salir se me encendió la luz: ¿Y por qué no me paso por la tiendita esa?.Por cierto se llama ecocán y la dependienta es un amor.
Ok, y allá voy. Y le comento a la dependienta mis ideas y me dice: no hace falta tierra , hazlo en sustrato vegetal de cáscara de coco y le añades humus de lombriz , y me explica todo y me hace una demostración allí mismo. ALBRICIAS!!!! Así que me voy para casa con una jardinera, el humus, el sustrato, una plantita de tomate, y dos de lechuga, y ya tengo en mi jardinera plantada la tomatera y a los lados las lechugas.
¡Qué bien!. Por fin lo hago; luego plantaré hierbas aromáticas y así poco a poco hasta llenar mi balcón.
Se admiten sugerencias.